Últimamente,
llevar a cabo un evento exitoso, ya sea el estreno de una película, el
lanzamiento de un producto o una fiesta de marca, implica la presencia del
evento en redes sociales y qué mejor manera de hacerlo que por medio de influencers. Entonces todo es música,
alcohol y caras bonitas, pero contrario a la opinión popular, que un influencer sea invitado a una alfombra
roja no lo hace una celebridad y mucho menos un líder de opinión.
Hoy
se habla mucho de la palabra influencer
y vemos su glamour en todas partes, pero el origen de estos personajes no era
un fenómeno común antes de Facebook, YouTube e Instagram que nacieron en 2004,
2005 y 2010, respectivamente. ¿Qué fue lo que cambió? La exposición de las
ideas.
Todos
conocemos a alguien que siempre fue muy sociable, bueno para hacer amigos y con
la cabeza en su lugar, definitivamente son el tipo de personas que nos gusta
escuchar y de quienes tomamos consejos y recomendaciones con los ojos cerrados.
Imagina
ahora la oportunidad de oro que vieron los mercadólogos en estas personas que
sin necesidad de ser “hijos de alguien” o tener un grado de estudios elevado,
exponen su opinión abiertamente en redes y la gente coincide con ellos.
Naturalmente, era como haber descubierto limadura de oro en una mina, el
potencial estaba ahí solo se necesitaba tener la capacidad de sacarle provecho.
Se
llevaron a cabo distintos experimentos, pero en 2018 solo las técnicas más
rentables han sobrevivido y el influencer
marketing ya es una industria creciente que
comienza a hacer historia en nuestro país. Ahora definimos influencer como una persona con fuerte presencia en redes sociales
y que es capaz de ejercer influencia sobre
las decisiones de compra de las personas que la siguen.
Pero
así como encontramos oro, encontramos falsificaciones. Hay muchas maneras de
comprar seguidores para tus redes, pero si piensas que ya con eso la hiciste,
permite que te saque de tu error. Uno de los filtros más importantes
actualmente es el engagement.
Para
calcularlo se utiliza el número de seguidores que tiene un influencer, y se compara contra el número promedio de seguidores
que han dejado un Me gusta, un comentario o que han compartido el contenido de
sus publicaciones más recientes. Esto, sumado al análisis de cada perfil, nos
garantiza que el número es estable y orgánico, lo que significa que la comunicación
de la marca tiene más oportunidad de ser bien recibida.
Esto
solo es la punta del iceberg, la ciencia detrás de la medición de sus impactos
y el alcance real que pueden tener estos personajes parece de películas sobre
niños genio, así que si te interesa el tema, no le hagas el feo a las
matemáticas diferenciales, te aseguro que sí sirven en la vida real.
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