¿Plagio cultural u homenaje a México?



Este tema ha sido controversia este 2018, comenzando por el caso de Christian Dior, cuya marca fue acusada de plagio gracias a sus bolsos y pulseras con diseños de macramé, un arte chiapaneco. Fue un escándalo en mayo y aún no se ha detenido el apropiamiento ilegal de los diseños mexicanos.

Dior ahora es una más de las 7 marcas nacionales e internacionales  que siguen utilizando diseños de pueblos originarios bajo la excusa de que se trata de “inspiración en el arte mexicano”.


Pero esto no es de apenas 2018, en el 2008 y hasta el 2017 la organización Impacto registró 14 casos de plagio, y en los últimos meses desde el caso de Dior en mayo se han registrado casi el mismo número de plagios.

En 2008 Hermès utilizaba bordados originarios de Hidalgo. Las marcas más reconocidas que han estado involucradas en estos casos son Hermès, que en 2008 utilizó bordados estilo originarios del estado de Hidalgo; Zara, en 2017, mostró bordados estilo chiapaneco, That´s it vendió tenis bordados de Tenango, cabe resaltar que es una marca mexicana y no dio reconocimiento a la comunidad originaria.  Forever 21 -en 2018- utilizó iconografías de Puebla; Batik Amarillis, en 2018, utilizó bordados propios de Hidalgo; Star Mela en 2018 utilizo bordados de Chiapas;  Marks Spencer lanzó sabanas con bordados de Hidalgo; Nike en 2016 lanzó tenis con diseños huicholes; Mango en 2017 lanzó suéteres con bordados; Pineda Covalin, en 2014, utilizó diseños originarios de Hidalgo en sus bolsos. Estas marcas se respaldan mencionando que “Están inspiradas en México”, pero ninguna ha dado crédito a las comunidades de donde son originarios estos diseños y mucho menos se les ha ocurrido colaborar con ellas, ya que esto podría ser una excelente colaboración; viéndolo a nivel publicidad, podrían aprovecharlo para generar una imagen de marca positiva.

Probablemente en estos días en redes sociales has notado estas imágenes de la colección primavera/verano 2019, de Michael Kors, la cual se presentó el septiembre pasado y mostró una sudadera que es similar a las que puedes encontrar en Coyoacán, en el centro de la CDMX. Es mejor conocida para los mexicanos como una jerga.

La ONG Impacto mencionó que es sencillo para estas marcas plagiar los diseños mexicanos porque no están protegidos ni registrados bajo propiedad intelectual, tampoco es que México cuente con un registro de los diseños originarios de cada comunidad;  lo conocemos entre nosotros, pero no es algo que esté registrado. También menciona que sería una labor difícil registrar cada diseño del país porque son productos que son creaciones colectivas y para varias comunidades un pilar económico, por lo que cada vez ellos también reinventan sus productos.

De hecho, ya se ha pensado en llevar a cabo una iniciativa para la protección de los derechos de los titulares del conocimiento tradicionales, las poblaciones indígenas y las comunidades locales, pero esto lleva alrededor de 17 años y cada vez se hace imposible realizarlo.

Actualmente, en México existen 62 etnias que se dedican a realizar artesanías. Estas etnias reciben el apoyo de 10 mil a 15 mil pesos anuales y una capacitación integral y asistencia técnica todo esto gracias al Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, cada año apoya alrededor de 7,300 artesanos. Si lo analizamos,  lo que les ofrece en realidad es poco en comparación a lo que estos artesanos requieren y, aunque ya existen diversas micro empresas e instituciones que apoyan a la comercialización de estas artesanías, aún no es suficiente ayuda para todas las comunidades.

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